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  • Desinversión en tecnología para una mayor rentabilidad

[:pb]La incorporación de tecnologías es un proceso complejo que generalmente implica altos costos para los sistemas de salud, sean públicos o privados. Por no hablar de la responsabilidad por la vida de la población, factor fundamental para toda toma de decisiones al respecto. Por lo tanto, las tecnologías incorporadas necesitan ser reevaluadas eventualmente y, si este nuevo análisis muestra que el medicamento, equipo, producto o servicio no alcanzó las metas esperadas y ya no presenta beneficios para la salud compatibles con los gastos realizados, es posible optar por la desinversión.

A partir de esta decisión, es necesario reinvertir los recursos financieros aplicados en la tecnología utilizada hasta ese momento. Esta reinversión, sin embargo, no consiste necesariamente en asignar valores en una tecnología que reemplaza directamente a la que fue eliminada o restringida, sino que puede dirigirse a otra área del sistema de salud. El objetivo de una desinversión en una tecnología, por lo tanto, es maximizar las ganancias en salud con los recursos financieros disponibles. Obtenga más información sobre el tema.

Evaluación del Rendimiento de Tecnologías Sanitarias (AdTS)

Los procesos de desinversión y reinversión tienen como instrumento las Evaluación del Rendimiento de Tecnologías Sanitarias (AdTS). Básicamente, son los análisis por los que pasa la tecnología después de que ya ha sido incorporada. Mientras que las Evaluaciones de Tecnologías Sanitarias (ETS), realizadas para recomendar o no su incorporación, se basan en estudios clínicos y económicos, AdTS utiliza información del mundo real, conocida como RWE (real world evidence). Estos incluyen datos sobre eficacia, seguridad, logística y aceptación del sistema de salud en la práctica.

Modalidades de desinversión y reinversión en tecnologías sanitarias

Las tecnologías sanitarias que se someten a este tipo de reevaluaciones son aquellas que se han quedado obsoletas con el tiempo, que tienen algún defecto de seguridad o que muestran signos de no ser tan interesantes desde el punto de vista del costo-efectividad. Si estos problemas se confirman con la realización de AdTS, la tecnología ya no podrá financiarse como antes, por lo que los recursos gastados en ella se aplican a otras tecnologías, que traen mayor beneficio a la población y mayor retorno de la inversión. Pero eso no significa necesariamente abandonar la tecnología por completo. La desinversión puede realizarse de las siguientes formas:

  • Desincorporación: eliminación total de la tecnología del sistema de salud;
  • Restricción: el uso de la tecnología se restringe a grupos o subgrupos específicos de pacientes, con los que es más eficaz;
  • Retracción: la tecnología ahora se ofrece con menos frecuencia o en menor cantidad, para que no perjudique los resultados de salud. Un ejemplo es el aumento del período de espera entre un examen y otro;
  • Reemplazo: retiro total de la tecnología actual para incorporar un nuevo producto o servicio que ofrezca un resultado de salud mejor o equivalente, pero con un mejor costo-efectividad.

También es posible eliminar la tecnología durante un periodo de tiempo determinado, sólo en algún servicio sanitario concreto, para evaluar en la práctica cuáles son los impactos de la desinversión.

Etapas del proceso de desinversión y reinversión

El proceso de desinversión y reinversión puede ser incluso más complejo que el de incorporar tecnologías, pero básicamente sigue los mismos pasos

  • Aparición de la demanda, que puede provenir del propio sistema de salud o de necesidades sociales;
  • Evaluación de la necesidad de desinversión;
  • Reevaluación de la tecnología, a través de una Evaluación de Desempeño de Tecnología de la Salud (AdTS);
  • Si la evaluación indica la necesidad de desinversión, es el momento de analizar qué modalidad es la más adecuada. La desincorporación de una tecnología no debe ser el foco principal, ya que, además de ser pocas candidatas a esta modalidad, puede resultar muy impopular, sobre todo si se trata de un producto o servicio bien aceptado por la sociedad;
  • Elaboración de un informe con recomendación o no de desinversión, el cual debe ser presentado al gerente principal del sistema de salud, para decisión final. El documento debe indicar alternativas y describir posibles escenarios, como el mantenimiento de la tecnología y los diferentes tipos de desinversión que son factibles;
  • Si la opción es por desinversión, el proceso se realiza según los criterios necesarios para cada tecnología.

Para obtener más información sobre nuestras soluciones para incorporar tecnologías sanitarias, descarga el libro electrónico MAPES: Casos y Soluciones..[:]

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